Con base en una investigación exhaustiva de los sonidos ancestrales de los instrumentos precolombinos y aunado a la experiencia en materia de educación que el Maestro Carlos Bastón Coyocohualli ha adquirido a lo largo de su formación académica, destaca el que se haya certificado como experto en intervenciones asistidas con música, para el tratamiento de diversas discapacidades físicas, como el trastorno del espectro autista, el síndronem de Down, TDAH, entre muchos otros. Como parte de su responsabilidad social, realiza constantemente conciertos con causa a beneficio de personitas con cáncer o con alguna problemática dificil de resolver, además, permanentmente imparte cátedras y conciertos gratuitos a Asociaciones Civiles que atienden estas causas.

Es por ello que a esta sección la carateriza un glifo de corazón prehispánico, por su simbolismo espiritual que nuestros ancestros le proferían a Yóllotl (corazón) en Náhuatl.

Según el reconocido investigador Miguel León Portilla, experto en pensamiento y literatuta Náhuatl, nuestros antepasados le daban muchas connotaciones al corazón, como parte escencial de la existencia humana y no sólo biológicamnete sino, espiritualmente, como el punto de conexión con lo sagrado. En sus escritos León Portilla afirmaba que, la voz yóllotl, significa la esencia o fuerza de la vida, lo que es propio del ser viviente. Pero también sostenía que, entre los muchos usos destacaba, asociar la palabra Yóllotl, a sentimientos como los de:                  Ser comprensivo, dolerse del mal ajeno; ser generoso; actuar con cuidado; con valentía; tener ánimo; obrar con buena gana; ser fiel.

Por todo lo anteriormente expuesto, hemos bautizado a esta sección Yóllotl Filantropía, englobando todas las acciones filantrópicas y colaboraciones sin fines de lucro que realiza a la par de su carrera artistica el Maestro Carlos Bastón Coyocohualli, uniendo la música a la ciencia y al amor por todos los seres de este planeta y uniéndolos al conocimiento ancestral del significado del Corazón "YÓLLOTL". Por ello, al Igual que Miguel León Portilla, evocamos el lema muy acertado que, al crearse el Instituto Nacional de Cardiología concebió el sabio maestro doctor Ignacio Chávez, y le diera como slogan, este apotegma latino:

Amor, scientiaque inserviant cordi.

"Que el amor y la ciencia sirvan al corazón".